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Las palabras andantes

Josefina Molina

Josefina Molina

Mamá ahora es feliz.

Suele hablar muy deprisa y en un tono muy alto. Ya de niña no lo soportaba. Ahora todavía me pasa. Me pone de los nervios que alce y alce la voz, más por causas remotas de infancia que porque pretenda llevar la razón. Que también. Ella quiere decir lo que piensa, aunque muchas veces no sepa muy bien lo que piensa y por un lado dice lo que en realidad DEBERÍA pensar y por otro se contradice por lo que más se acerca a su verdad. Tiene pautas establecidas por tiempo, familia, condiciones que por fidelidad a ellas debe mantener la imagen correspondiente. Y como es así, cuando hablamos, aunque descubra que en el fondo somos de lo más parecidas, alza la voz para dejarme clara su postura, esa que yo le desmonto y le vuelve un poco aturdida.

Mi madre soy yo de mayor en muchas cosas y ella se reconoce en mi como la niña que quiso ser y consiguio serlo en sus fantasías, mientras se soñaba maravillosa con un mundo maravilloso. Y digo se soñaba porque en muy poco lo consiguio. Encontro una vida diseñada con patrones equivocados, algo que no le correspondía y le hacía mucho llorar.

Pero ahora ella es muy feliz y se le nota porque ríe y comenta lo incomentable y me pregunta si soy feliz con mi vida y continúa contradiciéndome para pasados los días desvelarme un gesto descuidado en el que me da razón. Me invita a comer fuera, me compra ropa blanca y sábanas coloreadas, me confiesa amores de juventud y se acerca a su manera. Y a mí me gusta. Y escribo por primera o segunda vez para ella sin reproches, ni escozores, con absoluta transparencia.

Todos queremos a nuestras madres, se diga o no se diga, se sepa o no se sepa. Yo quiero mucho a la mía y lo digo aquí porque me apetece y porque voy ensayando para decírselo también a ella más a menudo.


Cabaret

6 comentarios

cabaret -

jiji, sí es verdad. Nos parecemos y está bien. Tienes razón con que se nos olvida. Sobre todo intentar pensar en cómo también ellas no saben como hacerlo para acercarse. En mi caso, mi madre vivió condiciones muy difíciles durante su vida que inevitablemente le formaron así el caracter. Todo eso hay que tenerlo en cuenta. No es que ellas no quieran, es que a veces no saben. Igualito que nosotros, supongo.

cabaret -

por cierto, la foto es de su boda. Se casó en julio y estaba partiendo la tarta. jeje

Balle -

Ayer mi madre me abrazó y, aunque me dijera que no soltara ni una lágrima más, que no merecía la pena, me dejó llorar.
Luego añadió que con ella también se puede hablar.
Cuando madre e hija/o ponen de su parte sí que se puede hablar, lo que pasa es que casi siempre se nos olvida.
Tú madre se te parece mucho, Sandra. Como la mía a mí.

cabaret -

gracias a los dos. es un post super ñoño, ya lo sé, pero anoche hablé con ella por teléfono y la noté preocupada, entonces me sacó esa vena de frikismo y rareza que dice Rafa. Seguro que mi independencia ha hecho que todo mejore, aunque también han influido muchas cosas. El tema de mi madre ya llevo tiempo reflexionándolo y parece que encontré la manera de llevarnos bien. Que dure!
Besos y Rafa que memoria tienes! Brindemos por el aniversario!

Rafael -

Hace mucho tiempo entendí,o creí entender, que las cosas no iban nada bien entre vosotras. Ahora veo que la relación marcha muy bien (¿tendrá mucho que ver el nuevo matrimonio de tu mami?)Me alegro :)
Aunque esto tendría que ir dentro de "frikismo y rarezas varias" porque eso de que padres e hijos se lleven bien y además se diga... no ocurre todos los días.
Besos!!

PD: Mañana hará 2 años que nos conocimos en Granada Lala, tú, yo... cómo pasa el tiempo!

Lala -

:)))
Las madres,se hacen de querer.Y la tuya parece fantástica.Me alegro de que sea feliz y me alegro también de que tú lo seas ^^